En el mundo de la tecnología, las empresas se enfrentan a un desafío cada vez mayor: el ransomware. Este tipo de ataque informático bloquea los datos y exige un rescate para liberarlos, lo que pone a las empresas en una situación difícil ya que sus datos son valiosos pero también están en riesgo. El ransomware es un malware que secuestra equipos y dispositivos conectados a Internet, impidiendo que los usuarios puedan acceder a su información y amenazando con su destrucción o propagación si no pagan un rescate para recuperarla.
Según un informe reciente de Hiscox, pagar el rescate no siempre es la solución. En el 2022, solo el 36% de las empresas que pagaron lograron recuperar todos sus datos, una marcada disminución desde el 60% registrado en 2021. Además, el 29% de las empresas sufrieron filtraciones de datos incluso después de pagar, mientras que el 21% tuvo problemas con claves de recuperación defectuosas. Sorprendentemente, el 14% de las empresas sufrieron otro ciberataque que exigía un rescate adicional.
Después de un ataque de ransomware, las empresas necesitan tiempo para recuperarse. Aunque la mayoría de las empresas españolas lograron volver a la normalidad en menos de un mes, las más grandes tardaron hasta tres meses, lo que muestra que el impacto del ransomware puede ser más grave para ellas.
Aunque el número de ataques ha disminuido un poco, el costo sigue siendo alto y pagar el rescate no garantiza la recuperación de los datos. Por eso, es fundamental que las empresas estén preparadas y protegidas.
La mejor manera de protegerse del ransomware es prevenirlo antes de que ocurra. Es importante que todos en la empresa estén al tanto de los riesgos cibernéticos y tomen medidas para protegerse. Contar con un buen seguro cibernético también puede ser útil.